La historia de Ángel Di María con la selecciona argentina no es tan distante a la que tuvo Lionel Messi. A ambos les costó mucho poder disfrutar y ser reconocidos como su jerarquía individual lo indica aunque Angelito tiene un plus: hizo goles en todos los partidos en los que Argentina definió títulos.

Atrás parece haber quedado la discusión sobre el rol de Di María en la selección. Hoy, a punto de jugar su último torneo con la albiceleste, el volante/delantero ya no es discutido como hace algunos años, cuando las lesiones y los bajos rendimientos lo ponían en el ojo de la tormenta y lo catapultaban como uno de los responsables de los fracasos de nuestro futbol.   

Tras el gol ante Brasil en la final de la Copa América, todo cambió para Fideo. Llegó el reconocimiento, la caricia, la satisfacción de quien recibe cariño y amor por parte de los hinchas. Ese gol en el Maracaná tardó en llegar pero fue el inicio de una etapa imborrable en su carrera.

Una carrera que empezó en la selección hace casi 20 años. Fue campeón Sub 20 en Canadá y marcó el gol que le dio a Argentina la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2008. Sí, otra vez Di María marcando en una final…

Hoy, con 36 años está a punto de jugar su último torneo con la selección, mientras se debate entre su corazón y la razón a la hora de pensar en un regreso a su querido Rosario Central. Mientras tanto sueña con que el destino le tenga preparado un último regalo para ponerle fin a una carrera brillante.