

Las imágenes son desgarradoras. Una familia avejentada, destrozada por dentro y por fuera. Con apenas el último hilo que les queda, basado en el pedido de justicia por la muerte de su único hijo, los padres de Fernando Báez Sosa miran a los asesinos de su hijo y les preguntan “por qué, con qué derecho” le arrebataron la vida a un pibe de 19 años.
Esa es LA imagen del primer día del juicio contra los 8 acusados de matar a trompadas y patadas a Fernando Báez Sosa en la puerta del boliche Le Brique de Villa Gesell, solo porque el chico se tropezó y se le volcó un trago sobre uno de sus asesinos. Desde el momento del choque en adelante, todo se volvió una pesadilla. Lo quisieron golpear dentro del boliche y armaron una cacería humana fuera del mismo, ante la mirada de cientos de personas que no intervinieron, pero filmaron. Y en esas grabaciones se ve el accionar de una banda de asesinos que buscaron darle una lección a su rival, al que terminaron matando como animales sedientos de revancha con la vida.
Prisión perpetua, el objetivo
Tanto la fiscalía como el abogado de la familia Báez Sosa coinciden en que no cabe otra condena que la prisión perpetua. Basan su reclamo en el accionar del grupo, que utilizó alevosía y premeditación para matar. Sostienen que tuvieron el tiempo suficiente tiempo para deponer de su actitud violenta, pero ese período fue utilizado para pergeñar el plan y no para apaciguar las aguas.
La defensa sostiene que nunca hubo intención de matar y que “la pelea se desvirtuó por completo”. Es curioso el alegato de la defensa, ya que en los videos no se ve una pelea, sino un ataque de varias personas contra una que esta indefensa al que le pegan patadas y trompadas hasta matarlo.
Los ocho acusados por el asesinato de Fernando son: Luciano Pertossi, de 21 años; Ciro Pertossi, de 22; Lucas Pertossi, de 23; Ayrton Viollaz, de 23; Máximo Thomsen, de 23; Enzo Comelli, de 22; Matías Benicelli, de 23, y Blas Cinalli, de 21.