Hay jugadas que marcan para siempre a los hinchas del futbol y no necesariamente esa jugada debe ser un gol. Claro que es más fácil para los delanteros quedar en la mente y el corazón de los hinchas por los goles que pueden convertir o para los arqueros por sus atajadas, pero esta vez nos detendremos en dos cruces que hicieron que Lisandro Martínez y Javier Mascherano ocupen una porción grande del hincha argentino.

En el partido del sábado ate Australia fue Lisandro quien llegó a un cierre providencial cuando Irvine se aprestaba a rematar contra el arco de Dibu Martínez. Haciendo gala de su velocidad y lectura de juego, el defensor del Manchester United logró tirarse a los pies para abortar una jugada de sumo riesgo.

La jugada trajo al recuerdo una de características similares que protagonizó Javier Mascherano 8 años antes. En aquella oportunidad, el volante central argentino llegó a cruzar ante Arjen Robben y así evitar la segura caída de la valla defendida por Sergio Romero. Por aquel esfuerzo, Mascherano contó que se “desagarró el ano”.

Muchas veces el esfuerzo es reconocido con el paso del tiempo y ambas jugadas son una muestra cabal de que en el futbol no solo se festejan los goles, sino también existen los premios a quienes dejan la vida en cada pelota y se esfuerzan al máximo para evitar sufrirlos…