

La industria del vino en nuestro país mantiene un sostenido crecimiento desde hace algunas décadas. El estudio, la inversión, la superación y la búsqueda del perfeccionismo constante hicieron que Argentina se posicione como uno de los países más reconocidos por su emergente potencialidad en la producción de vino.
En una industria dominada por los hombres, Magdalena del Castillo logró posicionarse como una de las mujeres emergentes, que, con dedicación, conocimiento de mercado y una enorme capacidad profesional, instaló su vino “Autenta” como una de las referencias en el exigente mercado sueco.