Caminar por Londres, Berlín o Nueva York y toparse con un mural es algo habitual. El arte callejero está en cada rincón de las grandes capitales del mundo, que vieron como el avance de las nuevas modas se fue combinando con la historia viva del siglo pasado.

Los alrededores del Támesis, el propio Muro de Berlín o paredes de la Quinta Avenida son decorados por pintadas que se han transformada en una marca registrada en el mundo entero y despiertan amores y odios por igual.  

En argentina, el muralismo tuvo su explosión hace algunos años y pintar paredes se transformó en una cursada de la Facultad de Bellas Artes. Lo que antes era rusticidad y creatividad, hoy se transformó en un atractivo para miles de artistas que adornan diferentes regiones del país con técnicas que acompañan la belleza y la perfección de sus obras.

Las pintadas en Argentina estuvieron libremente asociadas al futbol. Una frase, una bandera o una declaración de guerra se podía leer en cualquier pared de una ciudad acaloradamente futbolera.

En la Plata, el club Estudiantes inauguró su estadio con una particularidad. Utilizó los murales para darle sentido de pertenencia y vida real a grandes momentos de la historia del club, como así también a sus ídolos que ya no están…

El muralismo es una expresión artística que no para de crecer en el país y que busca una apertura distinta a la que se conoce hasta el momento como expresión cultural. Con distintas y nuevas técnicas y un sinfín de adeptos, su crecimiento fue sustancial en el último tiempo y su techo no se vislumbra en el corto plazo.