La imagen es por demás elocuente y movilizante. Un payaso, abrigado hasta las muelas, recibe a un pequeño de unos 5 años que llega con su mamá a la frontera entre Moldavia y Ucrania escapando de la guerra. El nene, entre cansado y sorprendido, mira al payaso, que juega a no entregarle un chupetín. Cuando se lo da, ambos se abrazan y como encontrando la paz que ambos buscan en medio de la guerra que conmueve al mundo entero.

La imagen se replicará 1, 2, 10, 100 veces más. El campo de refugiados que Moldavia puso a disposición para los refugiados ucranianos tiene una presencia especial desde hace una semana, ya que los “Dram Doctors” (doctores de los sueños) llegaron allí como parte de una misión humanitaria que busca llevar algo de alegría en medio de tanta tragedia.

¿Quiénes son?

Los Médicos de los Sueños forman parte del ejercito israelí. Tuvieron sus primeras actividades particulares en 2015 y luego fueron absorbidos por el mismísimo gobierno.

Se encargan de darle respaldo a personas con dificultades en diferentes catástrofes naturales, como terremotos, tormentas o inundaciones y también participan en zonas de conflictos bélicos armados.

Sus historias en Haití, Senegal o EEUU son reconocidas por su sencillez, hospitalidad y tacto humanitario para sacar adelante sumamente complejas.

Hoy, son un bet seller en Moldavia, donde le aportan una sonrisa al drama de quienes ya no tienen ni casa ni patria producto de la guerra.