Escucho muy seguido a individuos, emprendedores y empresarios hablar sobre su voluntad de crecer en su trabajo, lograr sus metas y poder vivir más tranquilos. En todos los casos, una de las mayores preocupaciones que tienen en común es cómo generar el dinero suficiente para poder llevar a cabo todo lo que se proponen.
Para responderte este interrogante te dejo un paso a paso accionable para que pases de querer a hacer:
Objetivos. Para empezar tenés que definir a donde querés llegar. Para ser 100% gráfica te propongo que pienses en el GPS, si no le decís donde querés ir ¿te lleva a tu destino? ¡IMPOSIBLE! Para arrancar tenés que fijar tus objetivos, tu norte, tu brújula. No es suficiente con enunciar quiero ahorrar más, tenés que decir cuánto más, en cuánto tiempo y cómo vas a medir si conseguiste o no tus objetivos. El método SMART es el más utilizado para esta primera etapa, el mismo enuncia que tus objetivos tienen que ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y tienen que tener un plazo determinado.
Diagnóstico. Para accionar y llegar a los objetivos que te fijaste en el punto anterior es esencial saber de dónde partís. En esta etapa de diagnóstico hay tres cosas que tenés que hacer: armar tu presupuesto, tu cashflow y el estado de deuda. En el primer caso, vas a registrar con el método que más te sirva (papel, app, Excel) los ingresos y cada uno de los gastos que realices en un mes. En el cashflow vas a detectar y registrar en qué momento del mes ingresa o egresa el dinero que detallaste en el presupuesto. Finalmente, en el caso de las deudas vas a hacer un listado de todos los préstamos, cuotas en las tarjetas, planes de pago que tengas pendientes de saldar, mi recomendación es registrarlos de manera descendente.
Plan. En este paso lo que vas a hacer es, una vez evaluada tu situación actual y a donde querés llegar, vas a definir un curso de acción. Si querés ahorar USD 100 más por mes en los próximos tres meses vas a definir cómo lo vas a hacer. Por ejemplo, vas a reducir tus gastos variables en un 10% o vas a tratar de negociar un aumento de sueldo del 15%. En la planificación definís la forma en la que vas a actuar en el período de tiempo determinado para alcanzar lo que te propones. Tiene que ser real, factible, práctico y sobre todo tenés que poner tu foco y energía en lograr el plan que hagas.
Seguimiento. Lo que no se puede medir no se puede mejorar pregona un dicho muy conocido. Con lo cual al haber fijado objetivos cuantificable en este último paso vas a poder evaluar cuando cerca o lejos estás del norte que te fijaste. Si los lograste te queda por delante definir nuevos objetivos, si estás cerca pero no llegas ajustar el plan de acción y si estás muy lejos evaluar qué sucede y accionar cambios mayores.
No tenés más excusas, empezá a crear la realidad financiera que querés vivir. Paso a paso vas a poder cambiar todo aquello que te frena a llegar donde querés ir. Dedicale tiempo y foco a mejorar tu relación con tus finanzas para poder vivir mejor.