La mayoría de las empresas en Argentina enfrenta un verdadero desafío a la hora de cubrir sus vacantes: según un relevamiento del IAE Business School e IDEA Relevamientos, 9 de cada 10 compañías declaran tener dificultades para hallar los perfiles que necesitan. 
Este problema no se limita sólo a conocimientos técnicos: la carencia de habilidades blandas —como trabajo en equipo, autogestión y adaptación al cambio— emerge con fuerza como un factor clave. 

El informe, basado en una muestra de 165 empresas de distintos tamaños y sectores, identifica que las áreas más afectadas son Tecnología (49 %) y Comercial (45 %).Por ejemplo, en cargos profesionales se considera excluyente tener nivel educativo (99 %), habilidades blandas específicas (97 %) y experiencia (90 %). Las consecuencias son directas: 68 % de las empresas reportan demoras en cubrir vacantes, 48 % pérdida de productividad y 33 % mayores costos de capacitación.

Para abordar el problema, los indicadores apuntan a mejorar la formación y alinear educación con demanda del sector privado. Siete de cada diez empresas señalan que la formación institucional insuficiente o desactualizada es la causa dominante de esta brecha.
Además, los trabajadores jóvenes valoran cada vez más modalidades híbridas o remotas: el salario sigue siendo vital, pero la flexibilidad laboral gana terreno en la elección de ofertas de empleo. 

En resumen, el mercado laboral argentino atraviesa una etapa de transformación en la que no basta con tener título o experiencia: el diferencial lo marcan las habilidades dinámicas, la capacidad de adaptarse y la combinación entre competencias técnicas y humanas. Las empresas que logren cerrar esta brecha tendrán ventaja en productividad, innovación y crecimiento.