El sector de la construcción llega a fin de año con señales mixtas. Después de un 2024 marcado por incrementos acelerados y obras frenadas, las proyecciones para noviembre de 2025 muestran un escenario más equilibrado. Los especialistas prevén que los costos no seguirán escalando al ritmo de los últimos meses, aunque aún se mantendrán en niveles altos en dólares.

Según el índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), en septiembre el costo general aumentó 3,34% mensual, con materiales en +3,58% y mano de obra en +2,86%. En tanto, el indicador de la CAMARCO para CABA marcó una suba del 3,3% respecto de agosto, lo que confirma la desaceleración del ritmo inflacionario en el rubro.

En términos de valores de mercado, el metro cuadrado de un inmueble usado ronda los US$ 2.214, mientras que en proyectos “en pozo” el promedio es de US$ 3.032. Esa brecha, según los desarrolladores, sigue generando un dilema: vender caro para cubrir costos o resignar rentabilidad para mantener la demanda.

Hacia adelante, los analistas coinciden en que los costos medidos en pesos tenderán a estabilizarse si el dólar oficial se mantiene dentro de la banda actual. No obstante, la dolarización de insumos y materiales importados sigue siendo un factor de riesgo que puede alterar los cálculos ante cualquier salto cambiario.

Para quienes planifican nuevas obras o ampliaciones, la recomendación pasa por presupuestar con márgenes de seguridad, monitorear la evolución del tipo de cambio y aprovechar la ventana de estabilidad antes de una eventual reactivación del mercado en 2026.