El club Boca Juniors cerró una alianza estratégica internacional con Hard Rock Café: la operación transformará al estadio La Bombonera en el primer campo de fútbol del mundo que albergará un restaurante oficial de esa cadena.
El contrato incluye una inversión inicial de US$ 2 millones por parte de Hard Rock, y para Boca se estableció una participación del 7 % sobre la facturación del restaurante y del merchandising vinculado.
Sin embargo, aunque el acuerdo fue aprobado por la Comisión Directiva, ya circulan cuestionamientos internos sobre varios aspectos del contrato y de la operación.
Inversión del club en obra estructural: Boca deberá asumir obras para adecuar el espacio, con un costo importante previo a recibir ingresos plenos.
Mínimo garantizado cuestionado: Algunos dirigentes consideran que el monto mínimo fijado para el club se queda corto respecto al valor del espacio y el potencial del negocio.
Impacto simbólico e identidad: Hay voces que opinan que transformar parte del estadio en una franquicia internacional podría afectar la esencia boquense.
Transparencia y consenso interno: Existen rumores de falta de alineación plena entre sectores internos del club, pese a que oficialmente se afirma que el acuerdo fue aprobado por unanimidad.
Los hinchas muestran reacciones mixtas: mientras algunos valoran la modernización y la internacionalización de la marca, otros critican el proyecto por considerarlo “demasiado comercial” y ajeno a la identidad histórica del club.
Por otro lado, sectores opositores dentro de la dirigencia también han cuestionado el acuerdo, señalando que la operación podría comprometer recursos y generar conflictos internos si no se gestionan correctamente los costos y el espacio del estadio. Algunos miembros destacan que, si bien los ingresos son atractivos, el contrato debería haber contemplado mayor control sobre la marca y las condiciones de operación.
Desde el club se sostiene que el acuerdo representa una “oportunidad histórica” para incorporar ingresos, internacionalizar la marca y modernizar instalaciones poco explotadas. Según los cálculos, el restaurante podrá contribuir con decenas de millones de pesos anuales y mejorar la experiencia de los socios e hinchas.
La instalación de Hard Rock Café se inserta además en un plan mayor de remodelación de La Bombonera, que incluye ampliación de capacidad, mejoras estructurales y modernización de accesos.
| Concepto | Detalle | Monto estimado |
|---|---|---|
| Inversión del club en obras | Adecuación del espacio para restaurante (estructuras, instalaciones, permisos) | AR$ 50 millones aprox. |
| Participación mínima garantizada | Por facturación del restaurante y merchandising | US$ 100.000 anuales |
| Participación variable | 7 % sobre facturación total del restaurante | Depende de ventas (estimado US$ 200.000–300.000/año) |
| Ingresos por merchandising vinculado | Productos de marca Hard Rock + Boca | US$ 50.000–100.000 anuales |
| Beneficios indirectos | Marketing, internacionalización de la marca, experiencia para socios e hinchas | Difícil de cuantificar, alto valor estratégico |
La llegada de Hard Rock Café a La Bombonera es un paso potente hacia la modernización y globalización del club, pero no está exenta de controversias. Los beneficios económicos y de posicionamiento son claros, pero el éxito dependerá de manejar bien los costos, preservar la identidad del estadio y lograr consenso interno y aceptación entre los hinchas. De lo contrario, el malestar ya perceptible podría generar conflictos que resten impacto positivo al proyecto.