

El nuevo token WLFI, lanzado por la plataforma World Liberty Financial vinculada a la familia Trump, debutó esta semana en los principales exchanges del mundo como Binance, Coinbase y Kraken. En su primer día alcanzó precios de entre US$0,30 y US$0,40, aunque rápidamente corrigió hacia los US$0,20, con una volatilidad que llamó la atención de analistas y operadores.
El volumen operado superó los US$1.000 millones y la capitalización de mercado llegó a rondar los US$6.000 a 7.000 millones, ubicando al token entre las criptomonedas más valiosas del momento. Según estimaciones, la familia Trump posee unos 22.500 millones de WLFI, equivalentes a más de US$5.000 millones en valor teórico, aunque los tokens permanecen bloqueados y no pueden venderse en el corto plazo.
El proyecto, sin embargo, no está libre de controversias. Justin Sun, uno de los grandes inversores, denunció que sus tokens por más de US$75 millones fueron congelados sin explicación, lo que despertó fuertes dudas sobre la transparencia del sistema. Además, expertos advierten sobre posibles conflictos de interés, ya que el lanzamiento coincide con decisiones regulatorias favorables al sector cripto bajo la administración Trump.
World Liberty Financial también anunció una stablecoin llamada USD1, respaldada por activos tradicionales como bonos del Tesoro, con la que busca ampliar su ecosistema digital. A esto se suma un acuerdo de US$1.500 millones con la firma ALT5 Sigma, destinado a consolidar su estructura financiera y dar más respaldo al proyecto.
Con una mezcla de política, negocios y criptomercados, el WLFI se convirtió en apenas días en uno de los tokens más comentados del mundo, generando tanto entusiasmo en los inversores como preocupación en quienes ven riesgos de especulación extrema y concentración de poder financiero en manos de la familia Trump.