jueves 24 de abril de 2025 - Edición Nº2332

Negocios | 10 abr 2025

Inversión en el arte: ya no es necesario ser millonario

Invertir en arte ya no sólo es cosa de ricos. Tips y recomendaciones para quienes dar sus primeros pasos.


Durante mucho tiempo, invertir en arte fue visto como algo excéntrico y exclusivo de unos pocos entendidos. Sin embargo, según aseguran los expertos en el tema, cuando la operación se aborda con estrategia y conocimiento puede convertirse en una de las inversiones más emocionantes, además de rentable.

Si alguna vez consideraste comprar una obra maestra o la posibilidad de diversificar tus activos de una manera única, es importante que sepas que es más accesible de lo que imaginás.

Sin embargo, antes de lanzarte a este tipo de inversión es fundamental evaluar tanto los beneficios como los riesgos. Con paciencia, investigación y una adecuada comprensión del mercado, es posible construir una valiosa colección de arte.

Invertir en arte: ¿cuáles son los beneficios y los riesgos?

Invertir en arte se convirtió en una opción cada vez más atractiva tanto para coleccionistas apasionados como para inversores que buscan diversificar sus activos. Con su mezcla de valor financiero y significado cultural, el arte ofrece una serie de ventajas y dsventajas que van más allá de lo económico:

Valoración a largo plazo:

A diferencia de otros activos como las acciones o los bienes raíces, el arte tiene la capacidad de incrementar su valor de manera significativa con los años. Las obras de artistas consagrados, en especial las de aquellos que ya no están entre nosotros, tienden a ganar valor debido a su creciente rareza.

Diversificación de cartera

A diferencia de los mercados tradicionales, el mercado del arte no está directamente vinculado a las fluctuaciones de las bolsas de valores, lo que lo convierte en un refugio seguro durante tiempos de incertidumbre económica.

Inversión emocional y cultural

Cada obra de arte cuenta una historia, transmite emociones y refleja una visión única del mundo. Como coleccionista, tenés la oportunidad de convivir con piezas que te inspiran, te conmueven o incluso te provocan reflexión. Este componente emocional, intangible y profundo, a menudo supera cualquier interés puramente económico.

Volatilidad:

El precio de una obra de arte depende de la oferta y la demanda, lo que significa que su valor puede fluctuar considerablemente. Si necesitás vender rápidamente, es posible que no obtengas la ganancia que esperabas o incluso que pierdas dinero.

Falta de liquidez:

A diferencia de las acciones o los bonos, las obras de arte no siempre pueden venderse con rapidez. Puede tomar meses o incluso años encontrar un comprador interesado, lo que significa que el dinero invertido en arte no siempre está disponible en situaciones de emergencia.

Costos altos:

La compra y venta de arte involucra comisiones de casas de subastas y galerías, además de otros gastos adicionales como el seguro, el transporte, la restauración y el almacenamiento. Todos estos costos pueden reducir significativamente tus ganancias, especialmente si invertís en obras de arte de menor valor.

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