Conocida como “La Ciudad del Pecado” y vinculada al deporte por sus veladas boxísticas, Las Vegas volverá a combinarse con el glamour de la Fórmula 1 y tendrá su cuarto Gran Premio. Será este domingo en la madrugada argentina y la fecha 22 de la temporada tendrá como atractivo la posible consagración anticipada de Max Verstappen, que con su Red Bull buscará su cuarta corona en un circuito en el que venció el año pasado y que será un nuevo desafío para Franco Colapinto.

A diferencia del trazado que albergó las carreras de 1981, cuando Carlos Alberto Reutemann perdió el título por un punto; y 1982 que se armó en el estacionamiento del Caesars Palace, esta nueva versión del evento en la mencionada ciudad de Nevada se lleva a cabo en un circuito callejero llamado Las Vegas Strip Circuit, que el año pasado tuvo algunos problemas como la tapa de la alcantarilla que dañó la Ferrari de Carlos Sainz, lo que obligó a retrasar la actividad.

Sus diseños previos tuvieron 31 variantes del trazado antes de llegar a un acuerdo sobre la versión final. Se trata de un espectacular circuito rápido para ser urbano y que tiene una velocidad media elevada. Requerirá que los equipos utilicen sus paquetes aerodinámicos de baja carga (que sea más rápido en las rectas y no en las curvas) como ocurre en Monza/Spa-Francorchamps.

Es el segundo más largo del campeonato, con una longitud de 6.120 metros, solo superado por el belga de Spa-Francorchamps (7.004 metros). Cuenta con 14 curvas y tres rectas, una de ellas de casi dos kilómetros, que permite alcanzar velocidades que superan los 340 km/h, comparables a las del circuito de Monza. Este trazado se caracteriza por su sentido de giro antihorario y su recorrido por lugares emblemáticos como el propio Caesars Palace, el Bellagio, el Venetian y la esfera gigante que es un recinto para eventos musicales con capacidad para 18 mil espectadores y en su exterior cuenta con 54.000 metros cuadrados de pantallas led.