lunes 09 de diciembre de 2024 - Edición Nº2196

Política | 6 nov 2024

Trump está de regreso: derrotó a Kamala Harris y será el próximo presidente de los Estados Unidos

El candidato republicano consiguió la mayoría de los votos en los estados clave. Superó los 270 electores necesarios para llegar nuevamente a la Casa Blanca. Los desafíos que enfrentará en su segundo mandato.


Donald Trump volverá a la Casa Blanca. El candidato del Partido Republicano ganó las elecciones y se convertirá -por segunda vez- en el presidente de los Estados Unidos. El ex mandatario consiguió la mayoría de los votos en los fundamentales y reñidos “estados bisagra” que definieron los comicios nacionales por sobre su rival, la actual vicepresidenta Kamala Harris.

Trump celebró el triunfo en el Centro de Convenciones de Palm Beach, en el sur de Florida, rodeado de familiares, asesores, empresarios, líderes políticos y simpatizantes de su partido. Para conseguir su contundente victoria -y superar los 270 electores necesarios- el ex presidente norteamericano entre 2017 y 2021 ganó -como era de esperar- por escaso margen en Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan y Wisconsin, los famosos “swing states”, considerados claves para alcanzar la mayoría de los sufragios.

El Partido Demócrata bajó considerablemente su performance respecto de los comicios generales de 2020. En aquel ya lejano noviembre Joe Biden -quien renunció a su candidatura para ser reelecto después de su bajo rendimiento en el debate televisado del 28 de junio pasado con Trump- había salido victorioso en Georgia, Nevada, Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona, que en esta oportunidad le fueron esquivos a su vice. Biden sólo había perdido en Carolina del Norte, bastión que los republicanos mantuvieron cuatro años después.

Y no sólo eso. Donald Trump consiguió un respaldo popular inédito para un candidato republicano, acostumbrados en las últimas carreras a garantizarse su llegada a la Casa Blanca sólo con los votos del Colegio Electoral. Esta vez, además de conseguir los electores necesarios para alcanzar lo más alto del Poder Ejecutivo, Trump sumó más de 69 millones de votos contra los 64 millones que recibió Kamala Harris, quien esperó los amargos resultados en Howard University, su alma mater. “Obtuvimos una victoria política histórica”, dijo al proclamarse victorioso desde Palm Beach y ante una multitud.

Durante su campaña prometió aranceles a productos chinos y a otras importaciones; bajar impuestos y atacar la inflación, uno de los factores que impidió que Harris continuara los pasos de Biden. Algunas economías emergentes deberían tomar nota.

En la actualidad, Asia vive momentos de zozobra por la creciente actividad militar impulsada por Xi Jinping. Japón, Corea del Sur y Filipinas -sumados al gobierno democrático de Taipei- son socios estratégicos en el Océano Pacífico de los Estados Unidos. Trump posiblemente auspicie -siguiendo su estilo de diplomacia directa- una cumbre con el jefe de la autocracia china para intentar contener el impulso belicista que manifestó en los últimos años. Pero esas negociaciones se entremezclarán con otras que son de interés del Partido Comunista Chino (PCC): las restricciones que Washington impuso a Beijing en la compra de microprocesadores, claves para el desarrollo tecnológico militar y para la hegemonía de las próximas décadas.

Otro escenario que Trump prometió solucionar en poco tiempo es la sangrienta invasión a Ucrania ordenada por Vladimir Putin. ¿Con quién se sentará primero? O mejor dicho: ¿a quién convencerá primero? Será difícil que Putin abandone sin condiciones el territorio ocupado. Mucho menos ahora que consiguió la ayuda invaluable de su amigo, el dictador norcoreano Kim Jong-un, un viejo conocido del presidente electo. El ruso tampoco querrá seguir siendo un paria internacional. Los pedidos se acumulan. Seguramente, Putin pedirá más de lo que Volodimir Zelensky esté dispuesto a negociar o resignar. La guerra lleva eternos y sangrientos 987 días. Las muertes y bajas son cuantiosas, pero las tropas ucranianas -y su economía- están exhaustas. El jefe de estado ruso lo sabe. ¿Qué hará Europa ante este nuevo escenario? Temprano para saberlo. Por las dudas, Emmanuel Macron, presidente de Francia, fue de los primeros en saludarlo.

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