Amazon aceptó pagar US$ 2.500 millones para cerrar un litigio con la FTC, que la acusaba de utilizar prácticas engañosas para sumar usuarios a Prime y de complicar los pasos necesarios para darse de baja. La denuncia sostenía que la empresa no informaba con claridad los costos ni las condiciones de renovación automática, y que ocultaba o dificultaba el acceso a la opción de cancelación.
El acuerdo contempla que US$ 1.000 millones correspondan a multas civiles y que US$ 1.500 millones se destinen a devolver dinero a los usuarios que resultaron afectados por estas prácticas. Se estima que unas 35 millones de personas podrían ser beneficiarias de la compensación.
Además, Amazon deberá realizar cambios estructurales en su sistema de suscripción. Entre ellos, agregar un botón claro para rechazar Prime en el proceso de compra, simplificar la cancelación con menos pasos, informar de manera explícita los costos y la renovación automática, y designar un supervisor independiente para garantizar que las reformas se cumplan.
La investigación de la FTC comenzó en 2023 y acusó a la empresa de violar la Ley de Protección al Consumidor y la Ley de Restauración de la Confianza de los Compradores en Línea. Aunque Amazon no admitió responsabilidad, aceptó el pago y las modificaciones exigidas.
Se trata de uno de los acuerdos más significativos en materia de protección al consumidor en Estados Unidos, tanto por el monto económico como por el precedente regulatorio que marca. El caso refuerza la presión sobre las grandes tecnológicas para garantizar mayor transparencia en sus servicios de suscripción.