Venecia, una de las ciudades más visitadas del mundo, volverá a cobrar entrada a los turistas de un día. El sistema regirá desde 2026 y exigirá a los visitantes reservar previamente su acceso a través de una plataforma digital. La medida apunta a ordenar el flujo turístico que cada año pone en tensión la capacidad de la ciudad.
Las tarifas estarán fijadas en 5 euros para quienes reserven con antelación, mientras que quienes lo hagan a último momento deberán pagar 10 euros. Los pases estarán vinculados a un código QR que será controlado en puntos estratégicos como estaciones de tren y terminales de colectivos.
El cobro se aplicará en temporada alta y durante los horarios más críticos de ingreso. Sin embargo, habrá exenciones: no pagarán quienes pernocten en Venecia, los residentes, estudiantes, trabajadores locales ni quienes ingresen fuera de los horarios estipulados.
La decisión se enmarca en una serie de políticas destinadas a combatir el exceso de turismo que afecta a la ciudad lagunar, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Autoridades locales sostienen que la iniciativa busca equilibrar la protección cultural y medioambiental con la necesidad de mantener a Venecia como destino turístico de primer nivel.