La última encuesta encendió las alarmas en la Casa Rosada y expuso un escenario que Javier Milei difícilmente quiera mirar. Según el sondeo realizado por La Sastrería y Trespuntozero, la imagen del Gobierno se desplomó ocho puntos en apenas seis semanas y el Presidente dejó de ser el dirigente mejor valorado, cayendo al tercer lugar detrás de Axel Kicillof y Cristina Kirchner.
El factor que más golpeó la percepción pública fue el caso Spagnuolo: un 62,5% de los consultados considera que los audios filtrados reflejan hechos graves de corrupción, mientras que solo un 32,8% cree en la versión oficial de que se trató de una operación política.
En paralelo, la Universidad Torcuato Di Tella midió un retroceso del 13,6% en el Índice de Confianza en el Gobierno, que se ubica ahora en 2,12 puntos sobre 5, el nivel más bajo desde la asunción de Milei. El deterioro es visible y marca un cambio de tendencia respecto a los primeros meses de gestión.
Como si fuera poco, un estudio de Management & Fit arrojó que el 81% de la sociedad exige explicaciones públicas del Presidente, y más de la mitad reclama que esa aclaración sea “urgente”. Un reclamo transversal que atraviesa votantes oficialistas y opositores.
En medio de la campaña y con la agenda económica dominando la discusión, el escándalo Spagnuolo se transformó en un problema político de primer orden. Mientras el oficialismo insiste en desestimar la denuncia, las encuestas empiezan a mostrar que el costo en la opinión pública ya es inocultable.